29 agosto, 2008

2 semanas

Hoy es una de esas noches que buscas conversación con una persona, y te encuentras entablando conversación con otra que ni siquiera tenias en mente. Y me encuentro con mis dos extremidades escayoladas, mi cuerpo queriendo hacer ejercicio fisico-aparte de ir a la pataja coja mientras mantengo mi equilibrio- llevado de la mano de mi nerviosismo, escuchando al gran Antonio Vega que hacia tiempo que no me deleitaba con su música, y pensando en las dos semanas que me quedan para el 12.
Con esas dos semanas seran cinco las de mi reposo, y espero que sean suficientes para mi recuperación. No he vivido grandes experiencias en una silla de ruedas, pero en mi alma algo ha cambiado. No me he podido a parar a pensar, pero el 15 es mi jornada de relfexión. El 16 empiezo Integración Social. Y todo se me viene encima. Vuelven los horarios, las clases que hace un año que no doy, compañeros, profesores, examenes que hace un año que no hago....¿y como cojones me acostumbro otra vez? Pero está vez tengo más recursos, he vivido a mis Pirineos, y con ellos me quedaré. Se acerca el curso, y mis nervios se aceleran. ¿ Que me espera tras esa puerta? Y yo sin estudiar el puto carnet....


nos veremos tras esa puerta. Ya lo creo.

Seguiremos luchando.

"Mi piel se ha quedado sin respiración, sin voz, sin alma...y yo no se vivir sin mi piel"

25 agosto, 2008

Volar

Pensar es algo que nos hace humanos. Razonar es la inteligencia del humano. Y yo quiero pensar que todo va bien, que todo ocurre por algo. Pero empiezo a pensar que me he equivocado. Hace tres semanas que volví de mis Pirineos, antes de tiempo. Una tienda militar tuvo aires de grandeza, y voló conmigo dentro. Un hueso del pie roto+el radio roto= a mi en estado menor.
Esto de no poder andar me está matando más de lo que en su día pude imaginar. Creo que la escayola tiene alguna sustancia para no dejarme pensar al 100% de mi capacidad. Quiero dormir, y despertar un 12 de septiembre. Tengo ganas de valerme por mi misma, y no sé si tengo ganas de cumplir 19 años, que ya son muchos años.

Pirineos me hace crecer, pero esta vez si que no se de que manera. Me he perdido entre tanta escayola, y ya no se si escribir, y mucho menos pensar.

Esto ocurre por algo, y porque me hace plantearme cada instante de otra forma. Y no se ni pa que digo na, si nadie me oye. Aun sigo resistiendo. Y aun sigo recordando como es volar.