04 marzo, 2012

Virgina Woolf

Una de estas noches que no tengo nada que hacer, y me dedico a pasearme por internet, más exactamente, por wikipedia. Hoy ha sido la noche, y al leerme la biografía de Virginia Woolf, no he podido resistir colgar su última nota hacia su marido (bien es sabido, que se suicidó poniéndose piedras en el abrigo y ahogandose en un lago)

"Siento que voy a enloquecer de nuevo. Creo que no podemos pasar otra vez por una de esas épocas terribles. Y no puedo recuperarme esta vez. Comienzo a oír voces, y no puedo concentrarme. Así que hago lo que me parece lo mejor que puedo hacer. Tú me has dado la máxima felicidad posible. Has sido en todos los sentidos todo lo que cualquiera podría ser. Creo que dos personas no pueden ser más felices hasta que vino esta terrible enfermedad. No puedo luchar más. Sé que estoy arruinando tu vida, que sin mí tú podrás trabajar. Lo harás, lo sé. Ya ves que no puedo ni siquiera escribir esto adecuadamente. No puedo leer. Lo que quiero decir es que debo toda la felicidad de mi vida a ti. Has sido totalmente paciente conmigo e increíblemente bueno. Quiero decirlo —todo el mundo lo sabe. Si alguien podía haberme salvado habrías sido tú. Todo lo he perdido excepto la certeza de tu bondad. No puedo seguir arruinando tu vida durante más tiempo. No creo que dos personas pudieran ser más felices que lo que hemos sido tú y yo."

2 comentarios:

D dijo...

Yo sí que tengo cosas que hacer, pero aquí me tienes igual. Espero que el insomnio no me lleve a despedirme como la señora Woolf. Aunque raro no sería.

Iréz dijo...

Me encanta que estés aquí, y lo sabes.

Ni se te ocurra despedirte así, tú a lo grande, y también lo sabes.

:)