10 agosto, 2007

Huida o aterrizaje.

Gracias poeta por hacer que tus palabras, sean por unos instantes, mis palabras. Gracias por poner esas palabras en mi alma.

Alto, muy alto, a lo lejos, me veo. Me veo escapar. Me veo huir. Me veo seguir adelante, mientras sigo aquí. Siento que me estoy perdiendo. Y a la vez encontrando. Tanta gente a mi alrededor, tanto ruido, tanto tanto que a veces quisiera huir. ¿Cuál de los dos soy yo? ¿La que se marcha o la que se queda? Me ensordece el ruido de los interrogantes. Quiero silencio. ¡Silencio!
Silencio.
Que nadie se mueva, quiero sentir mi mierda moverse. No quiero oír a nadie. Ni al viento. Ni mi mirada encontrándose con la tuya. Ha llegado la hora de arriesgar o quedarme en nada. Esa nada a la que siempre he tenido tanto miedo, pero ese miedo es mi mierda. La que se tiene que mover. La que tiene que huir, o quedarse a mi lado. A tu lado. Debo acabar con esto. Ha llegado la hora de arriesgar o quedarme en nada. No me asusta el horizonte. No me asusta. No me asusta. Es la hora. Ha llegado. Todo o nada. Tú o yo. Silencio o estruendo.

-Frozen y Iréz-

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