19 junio, 2006

Miedo

EL MIEDO: una mañana nos regalaron un conejo de indias. Llegó a casa enjaulado. Al mediodia, le abri la puerta de la jaula.
Volvi a casa al anochecer y lo encontré tal como lo habia dejado: jaula adentro, pegado a los barrotes, temblando del susto de la libertad.

2 comentarios:

Löla dijo...

Encierran sólo tres sílabas un campo de sensaciones que si, da miedo, entiendo perfectamente al conejillo de indias, me hubiese gustado enterarme de su reacción cuando se le pasó el miedo.
Sigue así poetisa, eres genial

Frozen dijo...

El miedo te hace cosquillas por las noches y no te deja dormir. En el fondo es juguetón.

Como dice lolita, sigue así, es un gusto.